viernes, 2 de abril de 2010
¿Cómo podemos interpretar con visión cristiana el mal que hay en el mundo? (y II)
No existen dos principios: el bien y el mal. Dios es el único bien y es omnipotente. La clave para conocer la mano bondadosa de Dios detrás de los acontecimientos tristes, es buscar activamente la unión con Jesucristo, que se hizo hombre para padecer con nosotros y redimir el sufrimiento: "Tenemos que aprender que la omnipotencia de Dios no es un poder arbitrario, pues Dios es el Bien, es la Verdad, y por este motivo Dios lo puede todo, pero no puede actuar contra el bien, no puede actuar contra la verdad, no puede actuar contra el amor y contra la libertad, porque Él mismo es el bien, es el amor, y la verdadera libertad. Por eso, todo lo que hace no puede estar nunca en contraposición con la verdad, con el amor y la libertad. La verdad es lo contrario. Dios es el custodio de nuestra libertad, del amor, de la verdad. Este ojo que nos ve no es un ojo malo que nos vigila, sino que es la presencia de un amor que no nos abandona nunca y nos da la certeza de que el bien es ser, el bien es vivir: es el ojo del amor que nos da el aire para vivir" (Homilía en la Catedral de Aosta. Italia, 24-7-2009).
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