Hace unos días fueron ordenados diáconos dos de nuestros seminaristas de la Diócesis. Ya han empezado a dar sus primeros pasos en la Predicación, en el acompañamiento personal, y también en el descanso... que todo es necesario.
Damos gracias a Dios por sus vidas entregadas. Un SÍ que nos alienta y que se puede imitar.
En el verano seguimos rezando por las Vocaciones.
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