Por un lado, anunciaba la convocatoria de un "año de la fe" (recientemente hemos vivido el año paulino, y el año sacerdotal), que comenzará el 11 de octubre del año próximo, coincidiendo con el 50 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II. Será un año que nos ayude a profundizar en ese importantísimo aspecto en la vida de cada cristiano.
Para prepararnos a ello, el Papa culmina su "trilogía" sobre las virtudes teologales. Al inicio de su pontificado, nos regaló la Encíclica "Deus caritas est", y unos años después, nos invitaba a dejarnos guiar de la esperanza cristiana con su "Spe salvi". Pues bien, ahora se ha cerrado el ciclo con una carta apostólica con forma de "motu proprio", bajo el nombre de "Porta fide". Podéis encontrar el texto íntegro en el siguiente enlace. Como suele ocurrir con Benedicto XVI, su mensaje no tiene desperdicio, y su claridad facilita la lectura de un mensaje no demasiado largo... En un par de ratos, cae. ¡Ánimo, que merece la pena empaparse de estas cosas!
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