Fue un día en el que hizo calor, primer sábado de Julio... pero se llevó bien porque nos reunimos en la Catedral para una fiesta: Dios nos regalaba un sacerdote más... Juan Iniesta. Nos encontramos con amigos que llevabámos tiempo sin ver: los que fuimos compañeros en Alicante; conocimos a otros nuevos: los que son compañeros de Juan en Roma... todos juntos en torno al Altar porque ordenaban a Juan...
Las palabras de D. Ciriaco certeras y llenas de cariño; los gestos y palabras profundamente vividos. Qué expresión del Amor de Dios que se concreta en la entrega de la vida.
El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres... Dios continúa confiando en nosotros el tesoro de su presencia en el mundo, a través de hijos que escuchan su Llamada y le siguen. Es una tarea que puede dar miedo, pero que llena la vida...
Juan empieza una nueva etapa en su vida que a todos nos recuerda la belleza de la palabra Fidelidad...
Fue un día bonito para dar gracias a Dios... Por eso redoblamos nuestra petición a Dios por nuevas vocaciones, porque nos hacen falta... porque Dios quiere ver cómo las anhelamos en lo más profundo de nuestro corazón porque queremos que Él esté presente en nuestras vidas, lo más cerca posible: por eso es importante la Oración por las Vocaciones, para que Dios se sonría de nuestra insistencia y nos regale más vidas entregadas. así sea...
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