Este convento nació en 1994 como iniciativa de Juan Pablo II de crear una comunidad de religiosas contemplativas para acompañar con su oración la actividad del Santo Padre y de sus colaboradores de la Curia Romana. El convento es ocupado cada cinco años por una comunidad diferente. Han pasado por allí las carmelitas, las benedictinas y las clarisas. Un día en el Mater Ecclesiae.Las hermanas dedican una gran parte de la jornada a la oración: Liturgia de las Horas, misa, adoración al santísimo y rosario en comunidad, lectura espiritual y meditación de temas espirituales. Tienen momentos de descanso y recreación después del almuerzo y la cena respectivamente. A diario realizan su examen de conciencia y concluyen con el rezo de las completas. Dentro de la celebración del Año Sacerdotal, ellas también tienen una función: "Acogerlos, (a los sacerdotes) cuando vienen a pedirnos oraciones o a contarnos sus dificultades". Una de las hermanas asegura que cada día hacen una oración especial por ellos: "por los santos, por quienes son menos fervorosos, por quienes sufren o son tentados, por los que nos ayudan con su vida ejemplar administrándonos los sacramentos".
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