sábado, 29 de enero de 2011

ORDENACIÓN DE DIÁCONO



Seguimos de enhorabuena. Pedro José González, seminarista de Albacete, recibirá el próximo sábado el Diaconado en la Parroquia del Salvador de La Roda. Para nosotros es una gran alegría...



martes, 18 de enero de 2011

Admisión a Órdenes

Me gustaría compartir con vosotros qué ha significado para mí que la Iglesia pronunciara mi nombre como candidato a las Sagradas Órdenes.

Como nos dijo Don Ciriaco en la homilía, este paso en el camino hacia el sacerdocio supone poner la mano en el arado y seguir hacia adelante, sin volver la mirada atrás, sin dudar… Y así lo he vivido realmente.

Ha sido una semana difícil. Para prepararnos interiormente hemos ido recordando nuestra propia historia vocacional, y en mi caso han vuelto imágenes de lo que ahora estoy seguro que fue un encuentro con el Señor. Pero también han aparecido los viejos fantasmas, muchas tentaciones y las temidas dudas.

Siempre he tenido un miedo: haber dicho que sí al Señor, en unas circunstancias vitales tan extremas, que la vocación sacerdotal fuera un escape, una huida, un último recurso…

Sin embargo, la Iglesia nos regala a través del Seminario personas capaces que nos ayudan en estos momentos, “mi Padre Espiritual”. Y me ha dicho una frase: “TU VOCACIÓN ES TU SALVACIÓN”.

¡Todavía me emociono al pensarlo! ¡Claro! No es un escape. No soy yo el héroe. No soy yo el que da el paso. ES EL SEÑOR. Que al mirarme deseó mi felicidad y me tendió su mano para sacarme del abismo en el que yo sentía que estaba. Quería que yo fuese sacerdote. Y ahí está mi felicidad. Y lo está.

Me cuesta entenderlo y me queda muy grande. Me sobrepasa. Y cuando ves a tanta gente emocionada con el paso que vas a dar, a tanta gente que se te acerca agradecida, a tanta gente que te anima a seguir por este camino, a mi madre y mi familia, a mi parroquia de Santa María que tanto cariño ha mostrado a la diócesis estos días, a “mi cura” Juanmi, ejemplo de sacerdocio y entrega, al seminario de Alicante y de Albacete, a tantas y tantas personas… que no puedes más que dar las gracias de corazón con mucha humildad, porque comprendes que ya no eres tú lo importante. Vuelve a ser el Señor. Gracias.

Fernando Zapata

sábado, 8 de enero de 2011

ADMISIÓN A ÓRDENES Y ACOLITADO

Apenas falta una semana para que la Diócesis se pueda regocijar de ver cómo tres de nuestros seminaristas siguen dando pasitos camino del sacerdocio. El próximo sábado, día 15 de enero, a las 19:00 en la parroquia de Santa María de Villarrobledo, José Valtueña y Fernando Zapata recibirán la Admisión a las Sagradas Órdenes, y Juan Iniesta será instituido acólito, en un acto que supone un nuevo puntal en sus caminos vocacionales.
El rito de Admisión viene a "oficializar" que estos dos jóvenes de nuestra Iglesia están preparándose para un día no tan lejano contarse entre el número de nuestros sacerdotes; el Acolitado es un ministerio laical por el cual una persona es especialmente designada para el servicio al Altar, entre otras funciones.
Desde la Delegación no podemos menos que felicitarles, y a todos pediros que los acompañemos con la oración en estos momentos previos.

viernes, 7 de enero de 2011

“Amar a 45º”, una parábola moderna sobre el amor

IMPRESIONANTE!!!!
Nos hacemos eco de "Amar a 45º", un vídeoclip producido por Diocesis TV -de la Delegación Diocesana de Medios de Comunicación Social del Obispado de Málaga- a partir de los dibujos del conocido dibujante Pachi Fano, en colaboración con su amigo Poe. Se trata de un vídeo breve en clave de "parábola" para mostrar cuál es la vocación y misión de los sacerdotes. ¿Por qué 45º? Para entenderlo, hay que ver este ingenioso vídeo…


jueves, 6 de enero de 2011

Epifanía del Señor


Ilumina, Señor, a tus hijos,
y haz arder nuestros corazones con el esplendor de tu gloria,
para que conozcamos cada vez mas a nuestro Salvador
y podamos amarlo e imitarlo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.





"Epifanía", revelación, manifestación; revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano con la adoración de los magos, a los judíos con el bautismo en el Jordán, y a los discípulos con el milagro en las bodas de Caná.

Sin tratar de hacer una reconstrucción histórica, podemos considerar el episodio de los magos como lo hicieron los Padres de la Iglesia: símbolo y manifestación de la llamada a la salvación de los pueblos paganos. Los magos fueron la explícita declaración de que el Evangelio había que predicarlo a todos los pueblos.

Para la Iglesia oriental tiene grande importancia el bautismo de Cristo, la "fiesta de las luces", como dice San Gregorio Nacianceno, incluso como contraposición a una fiesta pagana del "sol invictus". En realidad, tanto en Oriente como en Occidente la Epifanía tiene el carácter de una solemnidad ideológica: se celebra la manifestación de Dios a los hombres por medio de su Hijo, esto es, la primera fase de la Redención. Cristo se manifiesta a los paganos, a los judíos, a los apóstoles: tres momentos sucesivos de la relación entre Dios y el hombre.

Dios habla a los paganos por medio del mundo visible: el resplandor del sol, la armonía de los astros, la luz de las estrellas en el firmamento (los magos descubrieron en el cielo la señal divina) es portador de una cierta presencia de Dios.

Partiendo de la naturaleza, los paganos pueden "hacer las obras de la ley", porque, como decía San Pablo a los habitantes de Listra, el "Dios vivo, que ha hecho el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos... en las pasadas generaciones ha permitido que todas las naciones siguiesen sus caminos. Sin embargo, no ha cesado jamás de dar testimonio sobre sí mismo, haciendo el bien, mandándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, y llenando vuestros corazones de alimento y de felicidad" (Hch 14, 15-17)

Ahora "en estos días (Dios) nos ha hablado por el Hijo, a quien ha constituido heredero de todas las cosas, por quien hizo también el universo" (Hb 1, 2). Los muchos mediadores de la manifestación de la divinidad encuentran su término en la persona de Jesús de Nazaret, en el que resplandece la gloria de Dios. Por eso nosotros podemos hoy expresar la humilde, temerosa, pero plena y alegre profesión de nuestra fe, de nuestra esperanza, de nuestro amor.

sábado, 1 de enero de 2011

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS


Abrir el año con la solemnidad de la Maternidad divina de María es el mejor principio. Ella es la llena de Gracia por la bondad, sabiduría, amor y poder de Dios; ella es la cumbre de toda posible fidelidad a Dios, amor humano en plenitud. No extraña el calificativo superlativo de "santísima" del pueblo entero cristiano y es que no hay en la lengua mayor potencia de expresión. Madre de Dios y también nuestra...

Vive en Nazaret, allá en Galilea, donde concibió por obra del Espíritu Santo a Jesús y se desposó con José. Visita a su parienta Isabel, la madre del futuro Precursor.

Por el edicto del César, se traslada a Belén la cuna de los mayores, para empadronarse y estar incluida en el censo junto con su esposo. La Providencia hizo que en ese entonces naciera el Salvador, dándolo a luz a las afueras del pueblo en la soledad, pobreza, y desconocimiento de los hombres. Su hijo es el Verbo encarnado, la Segunda Persona de Dios que ha tomado carne y alma humana.

Después vino la Presentación y la Purificación en el Templo.También la huída a Egipto para buscar refugio, porque Herodes pretendía matar al Niño después de la visita de los magos.

Vuelta la normalidad con la muerte de Herodes, se produce el regreso; la familia se instala en Nazaret donde ya no hay nada extraordinario, excepción hecha de la peregrinación a Jerusalén en la que se pierde Jesús, cuando tenía doce años.

Ya, en la etapa de la "vida pública" de Jesús, María aparece siguiendo los movimientos de su hijo con frecuencia: en Caná, saca el primer milagro.

En el Calvario, al llegar la hora impresionante de la redención por medio del cruentísimo sufrimiento, está presente junto a la cruz donde padece, se entrega y muere el universal salvador que es su hijo y su Dios.

Finalmente, está con sus nuevos hijos _que estuvieron presentes en la Ascensión_ en el "piso de arriba" donde se hizo presente el Espíritu Santo enviado, el Paráclito prometido, en la fiesta de Pentecostés.

Con la lógica desprendida del evangelio y avalada por la tradición, vivió luego con Juan, el discípulo más joven, hasta que murió o no murió, en Éfeso o en Jerusalén, y pasó al Cielo de modo perfecto, definitivo y cabal por el querer justo de Dios que quiso glorificarla.

Dio a su hijo lo que cualquier madre da: el cuerpo, que en su caso era por concepción milagrosa y virginal. El alma humana, espiritual e inmortal, la crea y da Dios. La divinidad, lógico, no nace por su eternidad. Al tiempo que es Dios, es hombre. Dos naturalezas en única personalidad. El Dios infinito, invisible, inmenso, omnipotente en su naturaleza es ahora pequeño, visible, tan limitado que necesita atención. Lo invisible de Dios se hace visible en Jesús, lo eterno de Dios entra con Jesús en la temporalidad, lo inaccesible de Dios es ya próximo en la humanidad, la infinitud de Dios se hace limitación en la pequeñez, la sabiduría sin límite de Dios es torpeza en el gemido humano del bebé Jesús y la omnipotencia es ahora necesidad.

María es madre, amor, servicio, fidelidad, alegría, santidad, pureza. La Madre de Dios contempla en sus brazos la belleza, la bondad, la verdad con gozoso asombro y en la certeza del impenetrable misterio.